Tu blog es el lugar donde tus clientes -tanto actuales como potenciales- aprenden sobre tu empresa y se hacen una idea de tu personalidad. Dado que estás mostrando lo que eres, debes asegurarte de que tu blog no sólo tiene un gran contenido, sino que también está bien escrito. Hace unos meses hablamos de cómo contratar a un redactor freelance para los que no tienen tiempo o simplemente no les gusta escribir. Pero si tienes tiempo y quieres escribir el contenido tú mismo, tenemos algunos consejos de autoedición que te ayudarán a que tu escritura pase de aburrida a cautivadora y a que brille con ese pulido profesional. También descubrirás que tu tiempo de escritura es más eficiente y productivo.
Plan, Esquema, Borrador
El primer paso para crear un buen post es planificar sobre qué quieres escribir. Escribirá mejor si ya tiene una idea de lo que quiere decir. Una vez que lo tengas, deberás crear un esquema, que rellenarás con los puntos principales, antes de escribir el primer borrador. Al igual que una hoja de ruta, te mantendrá centrado en tus objetivos generales mientras creas el contenido. Pero tenlo en cuenta: El primer borrador es sólo eso: un borrador. No tiene por qué ser perfecto. De hecho, el borrador puede -y debe- ser un conglomerado de las ideas principales del esquema, pero un poco más desarrolladas.
Y no te preocupes por la edición mientras escribes el primer borrador. Pasarás más tiempo retrocediendo que escribiendo. Cuando hayas terminado de escribirlo, déjalo reposar una hora, un día, incluso una semana, lo que haga falta para despejar la mente y poder volver a él con otros ojos. Cuando vuelvas a revisar el borrador, serás más capaz de reconocer cualquier error de contenido, prosa o gramática.
Revisión de contenidos
Corregir un trabajo no es solo cuestión de corregir la ortografía y la gramática o suprimir la prosa farragosa. Se trata de asegurarte de que el contenido que has escrito es aplicable a tus lectores y de que no te has desviado del tema. Por ejemplo, si tienes un negocio de joyería y estás escribiendo sobre una fórmula de limpieza de joyas que recomiendas, no querrás salirte por la tangente sobre los metales más difíciles de limpiar, a menos que vuelvas al hecho de que tu fórmula facilita el trabajo para cualquier sustancia metálica. Cíñase a su idea principal y asegúrese de que todo lo que añada esté directamente relacionado con ella.
Lo primero que querrás hacer es editar el contenido, porque no querrás perder tiempo afinando un párrafo sólo para descubrir que, después de todo, no pertenece al post. Una buena forma de determinar si el contenido es relevante es leer la entrada en voz alta. Es más fácil reconocer si la entrada se sale por la tangente o si vas por buen camino.
Limpie su prosa
Corregir la prosa significa asegurarse de que la prosa -la escritura en sí- es clara, concisa y cautivadora. Edición Eschler tiene un magnífico artículo sobre la autoedición de la prosa que puedes consultar, pero aquí tienes algunos puntos principales:
- Elimine adverbios y adjetivos y sustitúyalos por verbos más fuertes. Por ejemplo, en lugar de escribir: "Nuestro software hace que la edición de fotos sea realmente fácil", escribe: "Nuestro software hace que la edición de fotos sea facilísima".
- Elimine las palabras de relleno, como muy, sólo, realmente y eso.
- Cuidado con los tiempos verbales.
- Haz una transición entre los párrafos. Esto implica escribir una frase temática que conecte cada párrafo con el anterior. Por ejemplo, si cierras un párrafo con algo como "Podemos ayudar a aclarar las cuestiones gramaticales más engorrosas", la frase inicial del párrafo siguiente debe conectar con ese tema, así "Y hablando de cuestiones engorrosas, hablemos de esos tiempos verbales...".
- Utiliza la voz activa. Muchos escritores principiantes tienden a utilizar la voz pasiva. La voz activa tiene más autoridad y es más clara y concisa. En lugar de escribir "El blog fue revisado minuciosamente por un editor profesional", prueba con "Un editor profesional revisó minuciosamente el blog". ¡Démosle a ese editor el mérito de haber hecho un gran trabajo de limpieza! La versión pasiva pone el énfasis en el objeto directo, no en el sujeto. Otro ejemplo: "Su artículo está siendo leído por compradores interesados" es más contundente como "Compradores interesados están leyendo su artículo". Observe que cada una de las frases en voz activa tiene dos palabras menos que su homóloga en voz pasiva. Hay ocasiones en las que está bien utilizar la voz pasiva, como cuando se quiere poner más énfasis en una parte concreta de la frase. Si quiere enfatizar que es su artículo el que están leyendo los compradores interesados, utilice la pasiva. Si quiere enfatizar que hay compradores interesados leyendo el artículo, utilice la activa.
- Varíe la longitud de las frases. Algunas son largas, otras cortas y otras intermedias. Esto ayuda a mejorar el ritmo de la escritura y hace más agradable la lectura.
- Evite las repeticiones. Revise su prosa para detectar estos problemas comunes: 1) Frases que empiezan todas igual: "Recomendamos esta fórmula de limpieza. Nos gusta esta fórmula porque es más barata. No nos gustan las fórmulas demasiado caras". 2) Palabras utilizadas una y otra vez: "La fórmula es tremenda. El precio es tremendo".
Conviértase en un gurú de la gramática (o al menos escriba como tal)
Una vez que tengas el contenido y la prosa en forma y sepas que no vas a recortar más material, es hora de pulir la ortografía, la gramática y la puntuación. Si crees que ya has terminado después de revisar la ortografía, piénsatelo dos veces. Tendrás que prestar atención a las incoherencias ortográficas (correo electrónico o e-mail), a las palabras que faltan y a errores como los homófonos (allí frente a su). Si no confías en tus habilidades gramaticales, considera la posibilidad de utilizar Grammarlyuna aplicación de escritura gratuita que comprueba tu gramática y ortografía e incluso te sugiere sinónimos para aumentar tu poder de palabra y mejorar tu escritura.
Después de la última revisión, pídele a un colega o asistente que lo lea. Puede que encuentre algo que se te haya pasado por alto y te diga si hay algo que parece fuera de lugar o confuso.
Una comprobación más antes de publicar
Por último, pero no por ello menos importante, asegúrate de que tu editor de texto formatea tu artículo correctamente. Es posible que hayas insertado imágenes que cortan el texto o utilizado un tipo de letra que dificulta la lectura del artículo. Utiliza la función de vista previa para asegurarte de que el formato es tan bonito como el artículo que acabas de escribir.
Sus consejos
¿Cuáles son sus consejos de autoedición? ¿Recomiendas alguna aplicación para revisar la ortografía y la gramática? Háznoslo saber en los comentarios.
Otra gran entrada de blog. Voy a utilizar algunos de estos consejos. Muchas gracias.
Hola, Esha,
Me alegro de que te haya gustado el post y te haya resultado útil.
Lo mejor,
Lindsay
Grandes consejos con ejemplos prácticos, ¡muy raro! ¡Lindsay eres una estrella!
Gracias, Jay. Me alegro de que el artículo sea útil.